Discursos
Lo que publico en esta bitácora no lo llamo post. Tampoco utilizaré el término más correcto y popular entrada, pues su uso supone una analogía entre las bitácoras y los diccionarios o enciclopedias, que –al menos en este caso– me parece desproporcionada e inconveniente.
Tampoco artículo me agrada, pues esta palabra connota cierto orden que, en esta bitácora, ustedes lo podrán comprobar, no existe.
Prefiero la palabra discurso en su acepción de “Escrito (…) de no mucha extensión, en que se discurre sobre una materia para enseñar o persuadir” y que –como decía mi abuelo– atendiendo a la manera como de plática en que desarrollo los temas, talvez sea el de sentido más preciso, aunque por males de mis pecados va a resultar un despropósito de tomo y lomo, ya que ni enseñaré ni persuadiré, lego como soy en todo sobre lo que converso.